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viernes, 27 de abril de 2012


Catedral  de León: Joya y orgullo leonés

En el centro de la ciudad universitaria, León, se eleva su imponente Catedral con más de 200 años de historia y ahora declarada patrimonio cultural de la humanidad por la  UNESCO.

La Insigne y Real Basílica Catedral de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, mejor conocida como Catedral de León, posee un indiscutible tercer  lugar como una de las más grandes de América Latina. Es una de las últimas catedrales coloniales y de las primeras de la época independentista.

Este edificio ha sido testigo de innumerables sucesos históricos de Nicaragua, ha soportado temblores, tormentas, vientos y estruendos, y aún sigue en pie con más 200 años. Su fachada, estilo barroco y neoclásico, su historia, antigüedad, elegancia y combinación de estilos, la hicieron erguirse en junio del 2011 con el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad, otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO.

La Catedral de León ha sido uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad, día a día muchos llegan a visitarla para observar su belleza y conocer parte de su historia.

Su construcción
La mano de obra indígena fue la encargada de levantar esta majestuosa Catedral, principalmente los del corregimiento de Subtiava, Naborios, Telica, Quezalguaque, Posoltega y Posolteguilla. Su financiamiento fue diverso, entre las limosnas de los feligreses de las diversas Diócesis de Nicaragua y la colaboración del reino de España.

Su cimentación duró 113 años, por lo que vivió durante su construcción la transición de diferentes obispos que se encargaron de dirigir la obra, entre los cuales destacan: Isidro Marín Bullón y Figueroa, Juan Carlos Vílchez y Cabrera, Esteban Lorenzo de Tristán y Esmoneta, Juan Félix de Villegas, José Antonio de la Huerta y Caso; y Nicolás García y Jerez.

La primera piedra fue puesta en 1747 por el obispo Isidro Marín Bullón y Figueroa, quien únicamente se encargó de fundar los cimientos de siete varas de profundidad de los sótanos, ya que murió un año después de iniciada la obra.  El obispo Juan Carlos Vilches fue quien continuó la misión y dedicó toda su fortuna a la edificación de la catedral.

Campanario de catedral. Foto de Maria Mercedes
Las naves se techaron  durante el obispado de Esteban Lorenzo de Tristán y Esmoneta, llamado el “obispo constructor” debido a que trabajaba de sol a sol con los indígenas. En 1786 el obispo Juan Félix de Villegas construyó dos tramos e inauguró la Sala Capitular. Le siguió José Antonio de la Huerta y Caso quien erigió  El Sagrario con sus piezas de la sacristía y la Pila Bautismal, donde años más tarde se bautizaría Rubén Darío. Nicolás García Jerez concluyó la fachada y las torres.

Los planos con la estructura de la Catedral de León fueron elaborados por el guatemalteco Diego Joseph Porres Esquivel, perteneciente a una casta de arquitectos famosos de ese país. El 20 de noviembre de 1860 fue nombrada como Basílíca por el obispo Bernardo Pinol Aycinena, en una ceremonia solemne, grado otorgado por el Papa Pio IX.

El primer retoque al edificio fue realizado en 1906, cuando monseñor Simeón Pereira y Castellón decidió unir las torres con el cuerpo central, a través de un par de entablamientos sostenido por cuatro figuras humanas gigantes, modernizándola y dándole toques neoclásicos.

La catedral de León fue testigo del grito de independencia el 15 de septiembre de 1821, cuando sonaron sus campanas anunciando la separación de Centroamérica de España.

Las tres plantas
Visitar por primera vez esta hermosa catedral es una experiencia que produce muchas emociones, sin importar el lado religioso, su magestuosa arquitectura llena de simbolismo marca los recuerdos de los turistas que optan por conocer su interior.

Recorrer la Catedral de León es una actividad que requiere cierto esfuerzo, debido a la extensión de sus tres plantas, las diversas escaleras que las comunican y los angostos pasillos llenos de historias.

Foto de Maria Mercedes
Su estilo es barroco. Posee cinco terrazas protegidas por balcones rematados con más de cien pináculos, 34 cúpulas y capulines, que por su ondulación y circularidad, se vuelven un deleite para la vista. Desde la planta alta se obtiene una vista general de la ciudad de León, los mercados, las iglesias, las casas, la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León) y el palacio episcopal, además de la belleza natural de la cordillera de Los Maribios, incluyendo el volcán más grande del país, el San Cristóbal.

Desde la planta media se aprecian  las cinco naves sostenidas por 24 columnas: Nave de la Virgen del Carmen, Nave de la Sangre de Cristo o Cristo de Pedrarias Dávila, Nave de la Asunción de María – Altar Mayor, Nave de la Virgen de Guadalupe, Nave de la Inmaculada Concepción de María.

Siguiendo el recorrido, pasamos al Patio del Príncipe (Principio), donde se aprecian gran parte de las imágenes y tesoros de Catedral. Ahí se inició la construcción y se guardaban los materiales. Luego pasamos a los cuatro corredores coloniales con pilares de madera torneada que datan del siglo XVII, que rodean un jardín.

Se observan los materiales de la catedral.
Foto Maria Mercedes
En la planta baja se encuentran siete sótanos que fueron diseñados para alivianar el peso de Catedral. Muchos de estos han sido utilizados como criptas en donde se han enterrado a diferentes personajes de la historia de Nicaragua como los poetas Rubén Darío, Salomón de la Selva, Alfonso Cortes; monseñor Marcelino Áreas Poveda, Miguel la Reynaga, entre otros.

Desde los sótanos se aprecian perfectamente los materiales usados para la  construcción de Catedral: piedra cantera, ladrillos de barro, arena y cal mezclada con claras de huevo de gallina,  mezcla se dejaba podrir al sol por tres meses y luego se usaba. Uno de los sótanos conduce a un túnel que comunicaba a la Catedral leonesa con la Iglesia de la Merced,  San Francisco, Zaragoza y Subtiava, pero este fue clausurado cuando introdujeron las tuberías de aguas en la ciudad.

Sus tesoros
La catedral de León posee un sinnúmero de piezas de orfebrería y platería que en diferentes ocasiones son expuestas al público. También posee imágenes con muchísimo valor histórico y cultural que forman parte de los tesoros de este  templo, entre ellas destacan La Custodia, donde se venera al Santísimo todos los jueves, que mide 132 pulgadas de alto por 42 pulgadas de diámetro de resplandor y 54 pulgadas de base. Este objeto religioso posee arreglos en plata con piedras preciosas incrustadas en oro.

foto de Maria Mercedes
Otra pieza importante es el Cristo de Pedrarias, una de las imágenes más antiguas de la Catedral, que perteneció al conquistador Pedro Arias de Ávila, quien la trajo en 1528 desde España. Esta imagen acompañó el traslado de la ciudad de León Viejo a su lugar actual. 

La imagen de La Inmaculada fue tallada en madera por un escultor guatemalteco y pertenece al realismo Español del siglo XIX. Las 14 estaciones de la Vía Sacra fueron hechas por Antonio Sarria, entre 1904 y 1909, en óleo sobre tela. Y El Pulpito, que representa un cáliz eucarístico, está decorado con múltiples caras donde cada una posee un emblema episcopal. Todos estos son algunos de los tesoros que hacen de esta Catedral un lugar único.

Patrimonio de la Humanidad
Por su belleza, historia y valor cultural la Catedral de  León fue declarada en junio pasado como Patrimonio Cultural de la Humanidad, por sus tesoros, su estilo y por ser una de las más representativas  de Centroamérica.

Su transición del estilo barroco al neoclásico hacen de esta joya de la arquitectura hispanoamericana un tesoro de la humanidad y la convierten en la máxima edificación arquitectónica que ha sobrevivido al pasar del tiempo.

Mejoras
Uno de los proyectos próximos a ejecutarse es la remodelación de su entorno, volviendo subterráneo todo el cableado de energía y teléfono que rodea en este momento el edificio. Esto contará con la participación de la Alcaldía Municipal y el Instituto Nicaragüense de Turismo, con fondos de la Agencia Española de Cooperación Internacional.


 Colaboración de Anieth Espinoza y Martha Solano

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